Durante este domingo vivimos la última fiesta del agility donde se efectuó una competencia para grado 0 y un open para grado 1 y grado 2, toda una novedad esto de competir con los grados 2.
Con Dominga quedamos descalificadas en las dos series, en la primera estábamos en la última parte de la pista cuando ella superó totalmente mi velocidad se adelantó y se fue a otro salto, así que una vez más me quedaron cortas las patas (Ja) y en la segunda nos descalificamos cuando Dominga se saltó la zona de bajada de la pasarela y le grité ZONAAAA dándose cuenta que había metido las patas al saltarse la zona decidió volver de nuevo a la pasarela para hacerla, lo que me parece bien, aun cuando sacrificamos el no haber quedado calificadas, pero al menos ya sabe que cuando competimos también las tiene que hacer, y así controlar cada vez más su ansiedad en pista y realizar las zonas, de todas maneras es uno de nuestros puntos débiles y habrá que trabajar en eso.
Otra de las emociones que nos tocó vivir fue la odisea de Cristian Sanhueza nuestro único representante en el mundial, que va... que no va... y que finalmente vaaaaaa, así que estamos todos llenos de emoción y brindándole todo el apoyo sin más afán de disfrutar a través de él la mayor fiesta del agility a la cual todos soñamos con presenciar y mejor aún con participar. Además esta odisea sirvió para reflexionar, y darnos cuenta lo dificil que es poder surgir en este deporte y como debemos unir fuerzas para que todos los participantes que sean dignos de ir a un mundial lo puedan hacer sin restricciones económicas.
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